martes, 9 de febrero de 2010

Mi padre me sugirió que me sobra algún kilito...


... y por supuesto estoy indignadísima. Pero ¿cuál es mi firmeza moral si un simple comentario sin malicia hunde mi autoestima? Maldita fragilidad...


Ajena a las tiranías de la imagen
Viví oronda en mis kilos
Sin pender el cuerpo del hilo
De la guillotina social
Hasta hoy y ¿Qué me hizo mermar
De tanta anchura moral?:
El que me llamara “gorda”
Mi padre… todo un gentleman.
¿Alguna idea a esta tragedia?
Soy Narcisa para el buche
Y es difícil que yo escuche
Algún consejo pa’afinar.
Tengo mala solución:
En autoestima y aspecto
No sé cómo coger y quitar.

2 comentarios:

  1. Dile a tu padre, Belén,
    que en honor a tu apellido,
    (y que es el suyo también),
    venere lo que has comido.

    Lo que has comido es sagrado
    así que no se haga el sordo
    ante el inmenso bocado
    que le hace llamarse Gordo.

    Con tu bendito apellido
    come con mucha alegría,
    pero yo solo te pido
    que me invites algún día.

    Dile a tu padre, Belén,
    “de tal palo tal astilla”,
    y si tú me dices ven,
    leeré “Cada cocinilla”.

    ResponderEliminar
  2. jajajajaja gracias Alfarito!!!! además invitado quedas porque os debo un arroz al curry a mariola, loren y a ti!!!!

    ResponderEliminar