lunes, 24 de enero de 2011

Julio Verne, Ducasse y la Torre Eiffel



El otro día un compañero me hablaba del Ducasse de la Torre Eiffel y uno sin querer fantasea con la idea de dejarse caer por allí.

A pesar de ser caro (rondará los 200 euros una cena) hay cosas, como París, que bien merecen una misa. Después de leer sobre este restaurante no sabía sobre qué escribir en el blog pero sí es cierto que este pensamiento me ha hecho, al menos, volver a las andadas (o tecleadas).

Está a 125 metros del suelo, en el primer piso de la Torre Eiffel, y tiene unas vistas de 360º. Uno debe pensar que vive un viaje fantástico de los que narraba Julio Verne (tiene narices que el restaurante lleve su nombre, el de Jules Verne, un visionario caballero con graves dolencias estomacales y graves digestiones).

Después empecé a pensar en Alain Ducasse, un visionario pero de la cocina, y recordé lo que un amigo me dijo en su día y eso era, en este caso, lo que se escondía detras de LaCocinilla. Estudió hostelería y soñó siempre con conseguir meter la cabeza y hacer prácticas en un Ducasse, cuando lo consiguió se sintió más vacío que nunca; "ten cuidado con lo que sueñas" me dijo. Nunca lo olvidé. Pero ¿por qué no fantasear? este lugar lo tiene todo para hacerlo: Verne, alta cocina y escenario. Si algún día puedo ir, os contaré si la experiencia es un relato de ficción fantástico o fantasmal.