miércoles, 10 de marzo de 2010

SOL, PIZZA Y AMOR


Hoy más que una receta me gustaría acercaros un deseo, una ilusión (qué tremendo ¿verdad?) de esos de “a mí alguna vez en mi vida me gustaría…”; un deseo de los que “jode” porque siempre estará ahí, cual amor de contrabando, y será una espina que quizás no pueda sacar.
Sin embargo, me gusta pensar en él, y darle forma y escoger local, incluso tengo elegido el jefe de sala y el cocinero, los colores, los aperitivos… No me importará ni que “el clarete” no sea un gran vino, ni que se coma con los codos en la mesa. Será un lugar en el que después podrás quedarte a charlar con los amigos cuanto desees, en los que podrá venir algún cantautor a probarse y a probar sus canciones, en el que habrá unos sillones con prensa para poder leer… Será un lugar alegre, no moderno; y… uno de los platos estrella de la casa será una pizza (aún no sé de qué) porque este lugar tiene que llamarse “Sol, pizza y amor”, así, cuando cierre los fines de semana (o algún miércoles que otro de madrugada ¿verdad hippy?) podré cantar con los amigos esta canción… Así que, ve aprendiéndotela, que a veces a los sueños les da por cumplirse.